martes, 14 de julio de 2015
Breve visión historia de la cerámica
Como su título indica, vamos a dar una visión global de características puntuales sobre la cerámica a través de los tiempos. Para ellos no estudiaremos los distintos periodos en que se divide la presencia del hombre sobre la tierra (Prehistoria o mejor Historia Primitiva, Historia Antigua, Medieval, Moderna y Comtemporánea) si no que veremos los rasgos más sobresalientes de algunas civilizaciones.
Historia Primitiva.
Las primeras noticias que se tienen de la aparición de la cerámica es durante el periodo neolítico, alrededor del año 6.400 antes de nuestra era. Es una cerámica muy rudimentaria hecha a mano que imita la cestería.
Durante la edad de los metales aparecen los cuencos y ollas ovoides y campaniformes. Su decoración consistia en las huellas de los dedos durante su confección. En esta época se descubrió que el barro perdía su plasticidad cuando se sometía al fuego y para su decoración se emplearon distintas tierras coloreadas.
La temática de su decoración era muy simple: elementos geométricos vegetales, formas de aves, componiendo un friso o cenefa.
Las regiones más ricas, en este tipo de cerámica, se han descubierto en Asia Menor, Mesopotamia y, en centro europa, en La Tène y Hallstat.
En este periodo se encuentran las primera representaciones de la figura humana, las famosas "venus", representando la fecundidad, tanto humana como de la tierra.
Egipto:
En el antiguo reino de Tebas y Beni-Hassán, se tiene constancia que desde la disnastía IV y V (2600-2350 a.c) se utilizó el torno cerámico.
Por sus creencia religiosas, enterraban a sus muertos con todas sus pertenencias terrenales: vasos, copas, platos, collares y objetos de indumentaria.
Los objetos cerámicos estaban esmaltados usando colores verdes y azul, destacando los escarabajos azules decorados usando óxido de cobalto.
Mesopotamia:
Las civilizaciones del Próximo Oriente, Babilonia, Caldea y Asiria, se situan en la franja conocida como "creciente fertil", comprendida entre los ríos Tigris y Eufrates y el Mar Mediterraneo.
Los caldeos-asirios aplicaron el barro usaron el barro, no solamente para la construcción de vasijas, también para la fabricación de ladrillos con los que construyeron edificios tanto de tipo civil como religioso. Lo podemos observa en los restos del palacio de Khorsabad.
En ocasiones estos ladrillos se decoraron a partir de una pasta silícea coloreada que producia un esmalte vitreo. Debemos dejar constancia que en occidente todavía no se conocia el esmalte. El "friso de los arqueros", en el palacio de Dario en Susa es un ejemplo. (Louvre).
En esta civilización aparece la escritura cuneiforme.
Se tiene constancia que los babilonios conocían el torno.
Los elementos ornamentales de la cerámica son de formas geométricos utilizando colores pardos sobre fondo blanco.
Grecia:
Rodas y Corintio destacan en la producción de cerámica arcaica, llegando a su máxima expresión en la cerámica ática del Siglo V, decorada con figuras rojas sobre fondo negro. Esta decoración se realizaba aplicando un engobe o pasta coloreada que se aplicaba sobre la pieza en el proceso de secado "dureza de cuero" y posteriormente se serigrafiaba las figuras con un punzón, dejando al descubierto la arcilla original, generalmente roja.
Los griego fueron prolíferos en la creación de variedad formas de vasijas cerámicas, aunque no sabemos bien la función que cada una desempeñaba. Entre otras podemos citar: ánfora, peliké, hidrya, krátera, kyatos, skyphos ..., se supone que todo esto vino favorecido por el auge del comercio, empleándose las diversas vasijas para transportar todo tipo de mercancías, aceite, vino, agua, trigo, perfumes, conservas, pescados ... etc. ¿cuales asociaríais con cada cual?
Etruria:
En la cultura etrusca, destaca sobre manera, las tumbas, vasijas en forma de urna. La característica principal es que estaban confeccionadas con un barro con multitud de impurezas, por lo que se cree que lo utilizaban según lo encontraban en la naturaleza, con un grano desigual, de color oscuro. La manufactura era de paredes gruesas, mostrando una cocción imperfecta.
Roma:
Fue el heredero de la civilización griega, mostrándose siempre como un pueblo práctico. No se preocuparon de mejorar ni embellecer la cerámica heredada pero si buscaron una utilidad práctica, por eso la cerámica romana es ordinaria pero con una técnica perfecta Las legiones de Augusto difundieron por todo el imperio la cerámica "sigillata", como útiles de mesa.
Las formas más comunes son tazas, ollas con tapadera, cuencos, linternas, destacando sobre todas ellas y erigiéndose en la vasija representativa el ánfora alargada, esbelta, de cuello alto, terminada en punta y con dos asas laterales.
Arabia.
Hace su aparición durante el Siglo VIII que recoge la tradición de los pueblos sirio-persas, aunque introduce un aplicación, del esmalte blanco (mal llamado barniz blanco opaco), empleando dióxido de estaño. La característica más sobresaliente de la cerámica árabe, se puede concretar en que toda ella presenta un reflejo metálico, el cual se conseguía mediante una mezcla de cinabrio, sulfato de cobre, óxido de hiero, azufre y plata, actuando, en ocasiones el vinagre como disolvente. Esta aplicación siempre se cocía a más baja temperatura que el esmalte de base compuesto por: sulfuro de plomo, dióxido de estaño, sílice y arena con detalles en azul cobalto.
Una característica de la cerámica primitiva es que es una monococción. Las formas de las vasijas de uso diario eran sencillas y estaban decoradas, principalmente, con motivos geométricos. Los colores predominantes son, marrones-violáceos, conseguidos a partir del óxido de manganeso y los verdes, con el óxido de cobre. También se usaban como elemento decorativo las incisiones y perforaciones.
El mayor impulso se fraguó en la época del califato de Córdoba. Aplicaron el barniz plúmbeo o vidriado, al mismo tiempo que lo coloreaban usando la mezcla de óxidos. Se inicia la técnica de la "cuerda seca", que consiste en aplicar unas finas líneas de materia grasa con el fin de que no se mezclen colores colindantes. La fabricación de ladrillos también experimento un gran avance.
Los centros más importantes de producción cerámica en España son Toledo, Córdoba, Medina Azzahara, Elvira y con los nazaríes Almería, Málaga, Manises y Granada. Hacia el siglo XIV se desplazará esta influencia hacia Paterna y Teruel.
China y Japón:
Las primeras noticias que tenemos de china corresponden al periodo de 618 al 906, donde se encuentras figurillas de una pasta porosa, compacta coloreada y revestida de un barniz que da colores verdes y azules turquesa. Fue con la dinastía Sung cuando dotaron a las pastas compactas de gres y porcelana de un aspecto inconfundible, basándose en la naturaleza propia de la pasta y a los esmaltes vítreos con los que decoraban la ornamentación incisa o en bajo relieve, con un color verde que desde entones se le conoce como verde celedón.
En el año 256 a.C sube al trono Qin Shi Huang, perteneciente a las dinastía Qin, el cual unifico toda China siendo el primer emperador. Durante su reinado se construyeron los famosos guerreros de Xi'an (Sian) y mando construir la gran Muralla.
Con la dinastía Yuan se unieron el Medio y Lejano Oriente y, la cerámica experimento un avance sobre todo en el campo de la decoración, pintando en color turquesa, peonías, crisantemos, dragones, aves, nubes, ... aunque raramente la figura humana.
Con la dinastía Ming (s.XIV - XVII), se siguieron usando y ampliando los dibujos anteriores sobre porcelanas de fondo blanco y, será con los Chiang, cuando se generalizó el uso de la figura humana en la decoración cerámica, consolidándose unas paletas de tres o cinco colores en la decoración sobre cubierta junto con la monocroma.
En el Japón, la cerámica ha ocupado un papel destacado en la vida socio-cultural de este pueblo, con una influencia directa de China y Corea, por lo que han asimilado todas las técnicas imprimiéndoles un carácter personal.
Europa.
Europa no conoció el secreto de la fabricación de la porcelana hasta el siglo XVIII en el que el alquimista F. Böttger descubrió el secreto del caolín. Desde tiempos de Marco Polo, a través de la ruta de las especies y de la seda, a Europa fueron llegando vasijas que causaban admiración por su resistencia, por su textura, por su transparencia, pero como no sabían fabricarla era unas piezas codiciadas y raras.
Muchos intentos hubo de imitar las piezas chinas con las llamadas "pastas tiernas", en St Cloud, Chantilly Mennec y, posteriormente, promovidas por las manufacturas reales de Luis XV, surgieron Vincennes y Sèvres. Al mismo tiempo cobraba importancia Meissen en Alemania. Una vez que se descubre en Europa la porcelana se fabricaron toda suerte de figuras y figurillas, vasijas y ornamentos reflejando claramente el espíritu de la época barroca, llegándose a bautizar este siglo como el "siglo de la porcelana".
Cuando Carlos de Borbón, rey de Nápoles, se caso con una de las hijas de Federico Augusto de Sajonia, ésta aporto en su matrimonio una envidiable colección de vasijas y jarrones de porcelana de Meissen, causando en su esposo Carlos una profunda emoción debido a su perfección y belleza y en ese momento decidió fundar una fabrica en Capodimonte. Cuando en 1759 fue nombrado rey de España, desmonto Capodimonte y traslado la fábrica al palacio del Buen Retiro de Madrid.
Pero los finales de siglo traerían malos presagios para la porcelana en Europa. Desde Inglaterra, en el afán de obtener un gres parecido al de Renania, llegaron a fabricar una cerámica con una pasta más refinada, más porosa más blanca y ligera e infinitamente más barata, conquistando rápidamente los mercados inspirados ya en la decoración neoclásica, lo que provocó la decadencia de la porcelana
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