jueves, 8 de octubre de 2015

HISTORIA DE LA CERAMICA DE RUIZ DE LUNA  Nº 16



Serie de Pabellones y Guirnaldas
En ella están presentes algunas de las producciones
que se realizaban en la ciudad en
los años anteriores a la apertura del alfar,
aunque bajo una nueva versión. Los dos términos
que aquí agrupamos pueden constituir
decoraciones por separado, aunque a veces
también aparecen de forma compuesta.
Consisten en una secuencia de ondas que
se sujetan en sus extremos a unas rosetas
de las que cuelgan paños con los que simulan
estar atados. Unas veces las forman
hojas y flores (guirnaldas) y otras unas telas en forma de cortinas recogidas en draperie
(pabellones). Esta decoración tiene
su origen en el mundo clásico, recuperada
en el Renacimiento y posteriormente en
el Neoclasicismo. En España se extendió
a las artes decorativas durante el reinado
de Carlos IV, mientras que en Talavera empiezan
a repetirse en la primera década del
siglo XIX.
Los ejemplos decorados por Ruiz de Luna
con estos motivos, principalmente ánforas,
centros y maceteros, presentan alguna peculiaridad
que denotan esa influencia levantina
de las primeras series. Así, las guirnaldas
en las piezas más tempranas no se forman
con flores y hojas, sino con una especie de
plumeado que ocupa más espacio [Fig. 18].
Incluso encontramos este repertorio realizado
en el color verde de las mujeres y que
denota lo temprano del mismo.
A medida que avanza la segunda etapa
decaen estas decoraciones de guirnaldas
y pabellones por el empuje de series más
novedosas y atractivas.
Serie de la Virgen del Prado:
Está inspirada en las piezas que con este
motivo se produjeron durante todo el siglo
XIX. La Virgen del Prado, patrona de la
ciudad y titular del alfar, ocupa el espacio
central, representada en su trono con corona
y aureola, lo que estuvo presente en
todas las etapas de la fábrica, tanto en pequeños
retablos y placas como en paneles
de azulejos [Cat. 14 y 77]. En la cacharrería
fue centro de jarras, botijos, burladeras,
benditeras y platos [Cat. 32]. El resto de la
decoración mezcla motivos de otras series,
como la caligráfica, la de guirnaldas y pabellones,
puntillas esquemáticas o ramos de
flores alcoreñas. En algunas jarras el cuello
y la parte cercana a la base presentan acaacanaladuras
en relieve, bien en paralelo o en
espiga [Fig. 19]. Estas labores, así como la
inscripción que a veces rodea la jarra aludiendo
a su propietaria, son detalles traídos
de la serie histórica.
Serie de Montería:
Es la más numerosa en el conjunto de loza
elaborada por la fábrica, a la vez que sus
motivos se hicieron presentes en cualquier
tipo de cacharros y a lo largo de las tres
épocas del alfar. Se caracteriza por escenas
de caza o ecuestres en un escenario
campestre cerrado por grandes y viejos árboles
[Cat. 132 y fig. 20]. En las piezas de
menor tamaño el motivo se reducía a uno o
dos animales en ese mismo ambiente.
En los jarrones o ánforas se decora el reverso
con una arquitectura o castillete igualmente
entre árboles.
Estas decoraciones están basadas en series
históricas talaveranas, fundamentalmente
la serie polícroma y la azul de árboles de
pisos, caso en el que las producciones del
alfar reproducen los árboles cuyo tronco
está formado por tres líneas, todo ello en
diferentes gradaciones de azul.

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